La cuidadora de un anciano de 89 años en Cantabria le vacía todas sus cuentas y le roba sus ahorros

La víctima informó que desde hacía aproximadamente dos meses contaba con la asistencia de una mujer, vecina de Cabezón de la Sal, a la que conocía desde hacía tiempo. La familia de la víctima, confiando en la mujer, la contrató para ayudar al anciano en casa, ya que este vivía solo.

Sin embargo, todo formaba parte de un plan premeditado. Desde el principio, la cuidadora comenzó a apropiarse del dinero que el anciano guardaba en casa hasta hacerse con el último de los 8.000 euros que había en la vivienda.

Lejos de conformarse con hurtarle todo el dinero en metálico que tenía, la cuidadora insistió al hombre en la necesidad de gestionar sus ahorros  con la excusa de encargarse de las compras y pagos necesarios y que, cuando fuera preciso, cobrar ella por su trabajo.

Convencido por la mujer, el octogenario accedió a abrir una cuenta conjunta a nombre de los dos, pasando los ahorros del hombre a la citada nueva cuenta. Ya con todos los datos necesarios para ejecutar su plan, la mujer tramitó el cambio de domiciliación de la pensión a esta nueva cuenta bancaria, con la consiguiente pérdida de control directo de estos ingresos por parte de la víctima. Tampoco le pareció un botín suficiente. La ambición de la estafadora no tenía fin y convenció al octogenario para que realizara el testamento a su nombre, con la promesa de no descuidar su atención en un futuro.

En menos de dos meses, la cuenta bancaria del anciano de Cantabria se quedó prácticamente sin saldo. Los guardias comprobaron que la mujer se había gastado 32.000 euros del anciano en compras a través de internet y el resto lo había extraído en reintegros de efectivo en cajeros automáticos.